jueves, 15 de noviembre de 2007

La mugre saludable

¿Rechazas la suciedad por evitar infecciones? No limites el juego de tus hijos. Déjalos saltar en los charcos y remover la tierra

No limites el juego de tus hijos por temor a que se ensucien, no sólo deben jugar con carritos o muñecas y ver televisión, sino también correr, patinar, jugar futbol o a las escondidas, saltar en los charcos, caminar por el lodo, jugar con la arena, remover la tierra, buscar insectos, subirse a un árbol o resbalarse en el pasto.
Los seres humanos rechazamos la suciedad porque la falta de higiene es sinónimo de enfermedades y así se lo transmitimos a los niños. "Pero no toda la suciedad es negativa, incluso la necesitamos", asegura el psicólogo John Richer, Director del Departamento de Psicología y Pediatría del Hospital John Radcliffe de Oxford, Inglaterra.

Niño sucio = niño sano

Para conocer las cosas, el niño necesita tocarlas y eso lo hace aproximarse al mundo, un lugar donde hay tierra, lodo y agua sucia. Según los especialistas, los juegos que están peleados con la higiene fortalecen el sistema inmune de los niños. Los niños crecen rodeados de microorganismos que causan enfermedades, pero que también les ayudan a que sus defensas se desarrollen de modo saludable.

Se ha comprobado que los niños que desde temprana edad se relacionan con la suciedad, desarrollan más defensas ante las alergias y otras enfermedades. El sistema inmune ataca a los agentes que causan infecciones y reacciones alérgicas, y al ensuciarse con tierra del suelo y estar expuesto a sus microbios, el sistema inmune del niño conoce a los microorganismos sin desarrollar hipersensibilidad.

De la cuna al mundo

El tacto le permite a un recién nacido reconocer a su madre y mejorar su inmunidad, porque recibe las bacterias de ella y en su leche los anticuerpos que necesita para defenderse. Entre los tres y los cinco meses, el bebé se lleva las manos y los pies a la boca para reconocer su cuerpo, y después lo hace con los objetos y juguetes.

Más tarde comienza a gatear en el suelo, que puede estar sucio pero le brinda las condiciones necesarias para que reconozca sus capacidades motrices. El bebé también necesita meter sus manos en el plato de comida y ensuciarse,
lo cual es necesario para desarrollar su apetito.

Déjalos jugar “a lo bestia”

Jugar es fundamental para el desarrollo de tus hijos y ensuciarse no tiene importancia. Algunos estudios comprueban que los niños cuanto más sucios, más sanos y felices. Para beneficiar su desarrollo físico y mental es necesario que se ensucien durante el juego, el ejercicio, las tareas escolares y otras actividades. Según los psicólogos infantiles, un niño que no juega no es un niño sano, y evitar que tus niños entren en contacto con la naturaleza, va en contra de sus necesidades innatas. El niño que tiene prohibido ensuciarse al explorar el mundo, está tan preocupado de no mancharse que no aprende a jugar y pierde el beneficio de la actividad.

Para explorar el mundo que lo rodea, encontrar el orden y consolidar su identidad, los niños necesitan vivir el caos, y en ese proceso no suelen quedar muy limpios. Ensuciarse es la única forma de que los niños aprendan, exploren, se concentren, adquieran flexibilidad, sociabilicen y se integren. El juego es la actividad principal en la infancia de todo ser humano y a través de él el niño madura, aprende, vive riesgos, crea y transforma su realidad. Cada vez que el niño tiene contacto con el medio ambiente, tiene sensaciones que le ayudan a desarrollar su intelecto, agudizar sus reflejos, mejorar su aprendizaje y favorecer la interacción con los demás.

No hay comentarios: