jueves, 11 de octubre de 2007

Evita accidentes en el agua

Practicar natación es saludable y divertido para tus niños, pero no olvides que las actividades acuáticas también tienen riesgos

Es necesario que adoptes medidas para evitar accidentes y lesiones en la alberca y en la playa.
Habla con ellos

Recuerda que los niños siempre te pueden sorprender y no creas que todavía son demasiado pequeños para hacer las cosas. Algunos estudios indican que cuando ocurren más accidentes infantiles es durante los seis meses siguientes de haber aprendido a nadar.

Los especialistas te recomiendan que antes de que se produzcan los accidentes, les expliques a tus niños los riesgos de sufrir golpes, fracturas, heridas o lesiones. No los incites a comportarse de forma alocada, pero tampoco a tenerle miedo a las actividades acuáticas; es importante no sobreprotegerlos para que aprendan a conocer dónde hay peligros.

Digestión

Explícale a tus pequeños la necesidad de esperar mínimo dos horas después de comer para irse a nadar, especialmente si el agua está fría.

Natación

Enséñale a tus niños a nadar lo antes posible y haz que estén siempre vigilados por adultos al nadar; nunca deben nadar solos porque pueden golpearse o sufrir un calambre que les impida hacerlo.

Si el niño no sabe nadar, debe llevar puesto un chaleco salvavidas adaptado a su edad, con el que la cabeza siempre quede fuera del agua. No confíes en los flotadores ni juguetes inflables, porque pueden desinflarse en cualquier momento.

Está atenta y haz que tus niños respeten las señales de seguridad de las instalaciones, trampolines y toboganes. Revisa que la alberca esté cercada para que los niños no se salgan.

Juegos

A los niños les encanta arrojarse bruscamente al agua; muchas veces lo hacen sin conocer la profundidad de la alberca y se tiran de cabeza sin preocuparse. Adviérteles que no lo hagan en las partes bajas de la alberca, ni donde haya más personas.

No dejes que corran cerca de la alberca porque se pueden lastimar o caer dentro del agua. Evita que jueguen pesado como empujarse en el borde de la alberca, hundirse uno al otro, etcétera. En estos casos debes estar pendiente e indicarles los peligros de jugar así.

Temperatura

Los niños menores de un año se enfrían muy rápidamente cuando están dentro del agua. Por esta razón te recomendamos no prolongar su baño en la alberca o en la playa por más de 10 minutos, y si la temperatura ambiente es baja, mejor no los bañes.

El contacto repentino con el agua fría puede provocar un corte de digestión o síncope de hidrocución y se puede perder el conocimiento. Enséñale a tus pequeños a meterse al agua poco a poco, para que su organismo se adapte gradualmente a la baja temperatura.

También es importante evitar el contacto con el agua después de una exposición prolongada al sol o de una intensa actividad física. Explícales que deben salir del agua inmediatamente si sienten náuseas, mareos, zumbidos de oído o escalofríos

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